Seguro para casas Janneth Aguirre

Un seguro de hogar es la forma más segura que tiene una persona de proteger el bien tangible más valioso que tienen la mayoría de las personas, es decir su hogar, de cualquier posible eventualidad que pueda ocurrirle. Cualquier día y como consecuencia de un accidente o debido a otras causas que puedan estar fuera de nuestro control, podríamos perder nuestra vivienda y todo lo que se encuentra en su interior. De un día para otro, nos podríamos encontrar en la calle y haber perdido, en un abrir y cerrar de ojos, nuestro hogar y con ello los ahorros de toda una vida. En este caso y si tenemos un seguro de vivienda, la pérdida sería mucho más llevadera, por muy traumática que pueda haber resultado. Siempre que el accidente sea uno que cubre la póliza de seguros, la Compañía de Seguros nos debería reponer aquellos bienes que entran en el seguro y debería correr con los gastos que tenemos mientras la vivienda se repara, durante el tiempo que esté estipulado en la póliza.

Pero es importante saber también que un seguro para el hogar no se utiliza únicamente para estos casos límite y sólo cuando se ha perdido la vivienda. El seguro de vivienda también cubre otros daños más frecuentes y menos traumáticos que te pueden ayudar en un momento dado. Por ejemplo, la rotura de una tubería que ha inundado tu vivienda y estropeado el suelo, así como muchos otros problemas similares.

En estos casos, tener un seguro para el hogar te garantizará que podrás reponer tus bienes rotos o perdidos y dejarlos en su estado inicial sin la necesidad de pagar una cantidad de dinero importante. Para ello, deberás tener al día la prima (cuota estipulada del seguro).

En el caso en que tu casa sufriera un daño más importante, como por ejemplo un incendio, la compañía aseguradora correría con los gastos de reparación del inmueble y de los bienes que se encuentren en ella, así como también de los gastos de alojamiento que tendríais los habitantes habituales de la vivienda durante el tiempo que dure el arreglo de la vivienda hasta hacerla nuevamente habitable.

Esta es una de las principales motivaciones a la hora de contratar un seguro para el hogar, es decir, protegerse de un imprevisto que puede ocasionarle daños directos o indirectos al continente (inmueble) o al contenido (lo que se encuentra en el interior). Un accidente de estas características es algo repentino, que nos coge de repente, sin darnos cuenta y que podría arruirnarnos la vida. Precisamente este seguro sirve para que un accidente de estas característcas no vaya a arruirnarnos la vida. Aún así, el seguro para el hogar no es un seguro obligatorio. Por ejemplo, y en otro ámbito, las leyes obligan a asegurar el automóvil (al menos obligan a tener un seguro de responsabilidad civil contra terceros) pero no obliga a la contratación de un seguro para el hogar. Lamentablemente, los seguros para el hogar no son tan habituales como otros seguros. Esto se debe a la poca información que tienen los usuarios de este tipo de seguros, y, sobre todo, a la falta de conocimiento de los beneficios que tiene este seguro para los asegurado.

Por todos estos motivos, si no tienes contratado un seguro para el hogar, es muy importante que lo consideres. Si ya lo tienes, revísalo para conocer muy bien lo que cubre. Es posible que hasta ahora y debido a tu desconocimiento sobre lo que cubre tu seguro de vivienda, no hayas hecho uso de la póliza y no hayas recurrido al seguro para pagar gastos que estarían cubiertos en el mismo. Al mismo tiempo, es importante que sepas bien que los aspectos cubre realmente el seguro para que no te lleves una sorpresa de última hora, pensando primero que cubre determinados supuestos para luego enterarte de que no es así. En este caso, puedes ampliar la póliza o cambiar de compañía si la que tienes no te gusta o consideras que no cubre tus necesidades.